Tito2

La profesión más rentable.

Un profesionista con visión quiere invertir su tiempo, conocimientos y recursos en el campo que más le reditúe. Este profesionista reconoce su valor, lo que es capaz de aportar a la sociedad y al mundo entero; tiene muy claras sus metas y un plan para alcanzarlas. De tal manera que estudia detenidamente el lugar en donde pasará el resto de su vida, observando, poniendo en práctica sus conocimientos y comprobando sus teorías. Esta persona tiene seguridad de desempeñar su profesión y ser digno de inspiración a aquellos que lo rodean. ¿Sabes de que profesión estoy hablando? Estoy hablando de la profesión de criar hijos. ¡Ah no! Me dirás; yo estudie una carrera que me tomo cuatro años y me abstuve de salir a fiestas, de vacaciones, todo mi dinero lo invertí en mi preparación porque yo quiero ocupar un puesto gerencial en una importante empresa trasnacional. También podrías decirme que te graduaste como LAE y que tu sueño es comenzar tu propia empresa, ¡qué bien! son metas importantes que trascienden, pero no son eternas; me dirás que estudiaste una carrera MMC (mientras me caso…) Si ese es el caso, me imagino que estás más que ansiosa por establecer un hogar y criar una familia, también cuenta como una meta. La diferencia entre desarrollar una profesión fuera de casa y una dentro de casa es su trascendencia. Y, no me mal entiendas, estudiar, aprender y tener una instrucción académica profesional es muy bueno ya que nos brinda una formación con la cual podemos tener más alternativas y solucionar problemas, de esos que la vida real nos regala tan generosamente. También nos equipa con mejor habilidad para comunicarnos con nuestro compañero de vida, a establecer metas claras etc. Pero como mencioné, el formar o construir un hogar y criar hijos es para la eternidad y puede convertirse en un linaje. Posiblemente no tuviste la oportunidad de terminar siquiera la educación básica o media, pero tienes una avidez para aprender aquellas cosas que serán un fundamento para la construcción de tu hogar: ¡Aprende! Si tienes el deseo de aprender esa actitud es un tesoro; si no te importa y no tienes el interés, tal vez seas floja; esfuérzate ya que la juventud se acaba, las conversaciones se hacen aburridas, la rutina de la vida te consume y terminas perdiendo el tiempo en redes sociales, en el gimnasio o limpie y limpie la casa, o en la belleza personal… nada de eso te dejará beneficio, más bien te roba el tiempo. Ahora bien, vamos a ver cómo fue el inicio de la primera pareja que fue creada. Pondremos nuestra atención en la mujer. Ella, al igual que tú y yo era especial y única; tenia un propósito y metas trascendentes. Ella también como la primera mujer fue equipada con características definidas para poder llevar a cabo su profesión primera, o su llamado eterno: Ser Mujer, esposa y madre.

El hombre y la mujer fueron creados con la misma dignidad y a ambos se les dio la potestad de señorear sobre todos los seres vivos de la creación, o sea, todo el reino animal pero jamás señorear el uno sobre el otro; el varón no tiene la autoridad ni la orden de dominar a la mujer, ni la mujer de señorear sobre el hombre. Cualquier acto de dominio que se haya hecho en la historia, o se haga hoy en día, tanto del hombre hacia la mujer o viceversa, no tiene nada que ver con el diseño original de Dios. Comencemos primero por ver cuál fue el rol de la mujer desde la creación. ¿Cuál fue el diseño original? Vemos que Adam -varón y hembra, fueron creados a la imagen del Dios para que ambos señorearan sobre toda la creación; una vez formados, el hombre Adán fue capacitado con cualidades propias de él; o sea, características masculinas, y por su parte Eva fue equipada con cualidades y características femeninas. Estas características las vemos hasta el día de hoy, en los hombres y mujeres en sus cuerpos, sus emociones, su biología, sus procesos de pensamiento, su fuerza física etc. Estando cada uno completos en sí mismos para desarrollar cada quien sus funciones nos damos cuenta de que naturalmente se definen los roles del varón y los roles de la mujer. Sin embargo, aunque estaban completos en sí mismos para desarrollar sus funciones o roles, el uno complementa al otro; así de esta manera tenemos a ¡Adam! Este es el diseño original del Padre.

Ahora bien, acompáñenme a explorar esos atributos y características que definen a una mujer para descubrir y reafirmar nuestro rol en esta sociedad. Comenzaremos por definir algunos de nuestros atributos femeninos. Las mujeres venimos en paquetes de diferentes tamaños y colores, pero una cosa es cierta: las mujeres tenemos caderas anchas con el fin de procrear y cargar el peso. La cultura, la alimentación, la actividad, la religión y la profesión ha determinado muchísimo en las características físicas de las mujeres a lo largo de la historia, físicamente hablando; también tenemos características emocionales y cognitivas por lo general atribuidas a las mujeres, como por ejemplo nuestro razonamiento está más ligado a la lógica del corazón, vemos todo desde un plano más emocional. Tenemos un interés mayor por relacionarnos con las personas que el hombre y nos enfocamos con mayor facilidad en el presente, aunque en ocasiones algunas mujeres viven en el pasado; Ponemos especial atención a los detalles, y poseemos un nivel de concentración bastante amplio, y una memoria de elefante. También una característica muy especial es que podemos hacer varias cosas a la vez.

Aspectos sensitivos: Somos más prontas para responder afectivamente. Somos cautelosas y desconfiadas; por lo general respondemos de manera asertiva bajo presión o en casos de emergencia, nos encantan los detalles y la belleza tanto personal, como de nuestro ambiente.

Aspectos neuronales: El cerebro femenino segrega mayor cantidad de estrógeno y progesterona, esto implica que las mujeres tenemos mayor tendencia a la actividad intelectual, sobre la actividad física desde la edad temprana. Poseemos gran cantidad de conexiones con el hemisferio derecho, lo que promueve la creatividad, y por ende, el uso de la lógica superior y desarrollo de memoria, así como de mayor facilidad de comunicación verbal y escrita.

Las mujeres queremos sentir a Dios con todo el corazón, nos entregamos por completo a lo que creemos. Por eso oramos más fervientemente -y llenas de emociones según la situación: más que lo que significa esa sensación. Sin embargo, tenemos una tendencia a cambiar nuestra fe en función a lo que estamos viviendo. De aquí la importancia de comprender: 1) Quienes somos, 2) Cuál es el propósito para el cual fuimos creadas y 3) Reconocer los atributos con que fuimos equipadas para desarrollar dicho propósito.

1. ¿Quién soy? Soy mujer capacitada plenamente para ser auténtica, teniendo como ejemplo e inspiración a Jehová, mi Creador.

2. ¿Cuál es mi propósito? Conocer a mi Creador como Padre.

3. Reconocer que fui creada con atributos femeninos los cuales me capacitan para cumplir con el llamamiento más grande y honroso que es el ser esposa y madre.

Quiero enfatizar que el ser esposa y madre; precisamente en este orden, es un llamamiento y de ninguna manera es una profesión, oficio, o una actividad que voy a desarrollar porque no quise estudiar, o porque pues me casé y no me queda de otra. Podemos tener una carrera profesional, un trabajo o incluso una empresa propia. Esto no es mi propósito, es lo que hago; el ser esposa y madre no sólo es un privilegio y una responsabilidad muy grande, es una responsabilidad eterna.

En el Nuevo Testamento, específicamente en la carta de Pablo a Tito, encontramos una pauta a seguir que nos ayudará a desarrollar este llamado o tarea eterna.

Esas mujeres mayores tienen que instruir a las más jóvenes a:

1. amar a sus esposos y

2. a sus hijos,

3. a vivir sabiamente y

4. a ser puras,

5.a trabajar en su hogar,

6.a hacer el bien y

7.a someterse a sus esposos.

Entonces no deshonrarán la palabra de Dios.